Las personas con movilidad reducida muchas veces necesitan transportarse en coches de un lugar a otro, pero esto se les dificulta en múltiples ocasiones porque la mayoría de vehículos no están aptos para ofrecerles este servicio. Por esa razón, es imprescindible realizar ciertas modificaciones en ellos para que las personas con movilidad reducida tambien se beneficien.

Una de las características que deben tener los vehículos es un espacio amplio, de tal forma que permita que la persona con movilidad reducida pueda estar cómodamente instalada y sentada en su silla de ruedas.

También debe tomarse en cuenta la altura interior del vehículo, normalmente se requiere una altura mínima que garantice que la persona con movilidad reducida esté sentada en su silla de ruedas mientras esté dentro del vehículo y pueda viajar confortablemente.

Por ello, es preferible usar vehículos más grandes que los coches tradicionales, por ejemplo emplear furgonetas, para que las adaptaciones en espacio se realicen sin dificultad. Generalmente estas modificaciones se realizan en la parte trasera del vehículo que es donde hay más espacio.

Otro aspecto a tomar en consideración es la seguridad mientras realiza el trayecto en el vehículo. Para ello es necesario instalar correas o sujetadores que impidan que la silla de ruedas se movilice o desplace dentro del vehiculo y cause inconvenientes tanto a la persona con movilidad reducida como a la persona que conduzca mientras se realice el recorrido.

Además, es necesario instalar una rampa de acceso que permita facilitar la entrada al vehículo de la persona con movilidad reducida. Igualmente puede emplearse un elevador para realizar esa misma funcion.

Todas las adaptaciones que se le hacen a los vehículos para hacerlos aptos para transportar personas con movilidad reducida son realizadas en el interior del vehículo, de tal forma que externamente serán iguales a otros vehículos sin modificar.

Es importante tener en cuenta que las personas con movilidad reducida deben ser tomadas en cuenta por la sociedad. Es necesario que se les garantice su derecho al transporte, por lo que se debe establecer una política de inclusión social para que las personas que sufran de algún tipo de discapacidad o de problema de movilidad se beneficien con el transporte en coches, furgonetas o taxis. Por ejemplo, los taxistas que por cuenta propia realicen adaptaciones en sus taxis estarán realizando una extraordinaria labor social para ayudar a las personas con algún tipo de discapacidad o movilidad reducida.